Archivo mensual: noviembre 2009

Inteligente, pero bruto

 

Hace algunos años trabajaba en San Marcos un carpintero llamado Felipe, pero por razones que desconozco los muchachos le llamaban Rufo; aunque me temo que no fue por el historiador romano.  Cabe destacar que Rufo no alcanzaba en sus trabajos la excelencia del londinense Thomas Chippendale, sin embargo era baratero y el problema serio era que para este artesano, el calendario no parecía tener ningún significado, pues los trabajos encomendados los entregaba muy a destiempo.

A pesar que en el pueblo, Felipe era reconocido por su oficio de carpintero, su veta oculta era la psicología aplicada, la cual practicaba de manera puramente experimental, estudiando a las personas y sacando sus particulares conclusiones.  En este su otro oficio llegó a alcanzar una inusitada fama al clasificar a ciertos conciudadanos con su etiqueta favorita:  “Es inteligente, pero bruto”.

Al inicio, esta etiqueta llegaba a confundir en grado máximo a los sanmarqueños, que encontraban paradójico manejar en un solo individuo estos dos extremos, no obstante, al analizar a fondo esta calificación había cierta dosis de congruencia, pues los individuos en cuestión, a pesar de contar con una inteligencia privilegiada, en su vida eran un completo desastre, pues no manejaban de manera inteligente sus emociones y a eso se debía que tuvieran relaciones personales conflictivas, tomaran decisiones en su mayoría desacertadas, fueran fácilmente manipulables, en fin.

A pesar de lo anterior, en muchas ocasiones se tomaba en son de burla la etiqueta de Rufo, señalando la incapacidad del sujeto inteligente, pero llevándose de corbata al carpintero.

Fue en los años noventa, con los trabajos de Peter Salovey de la Universidad de Yale y de John Mayer, de la Universidad de New Hampshire, que trabajaron en el concepto de Inteligencia Emocional, que se vino a manejar la existencia de una inteligencia social que implica la habilidad para dirigir los propios sentimientos y emociones y los de los demás.  Esto vino a arrojar una luz al descubrimiento empírico de Rufo y posteriormente los trabajos de Daniel Goleman, profesor de la Universidad de Harvard sobre inteligencia emocional no dejaron ninguna duda respecto a la sobrada razón que tenía Rufo.  Puede entonces existir un individuo con un alto coeficiente intelectual y a la vez un bajo nivel de inteligencia emocional, en otras palabras: Inteligente pero bruto.

Cuando tuve acceso a los trabajos de Goleman y otros científicos sobre este tema, lo primero que se me vino a la mente fue Rufo y su famosa etiqueta.  Estaba tan claro que el coeficiente intelectual no es un predictor del desempeño exitoso en las tareas cotidianas, en la vida familiar, en los negocios, en su actuación laboral, en la toma de decisiones.  De la misma forma, la inteligencia académica tiene poco que ver con la vida emocional y así un individuo puede resolver la conjetura de Poincaré o la teoría de Yang-Mills, sin embargo, puede ser engatusado por una persona con la mitad de su coeficiente mental y hacer de su vida un barrilete.

En otras palabras, tan importante como el coeficiente intelectual es la inteligencia emocional, que viene a ser el conjunto de destrezas, actitudes, habilidades y competencias que determinan la conducta de una persona y sus reacciones.  En otras palabras, tal como lo afirma Goleman, es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente nuestras relaciones.

Así, en nuestra vida diaria nos relacionamos con diferentes tipos de personas, en las cuales vamos descubriendo, además de su capacidad intelectual, su grado de madurez emocional y su capacidad de manejar sus relaciones interpersonales.  De la misma forma, nos llegamos a encontrar a estos sujetos de Rufo, que con un impresionante coeficiente intelectual caminan por la calle con una soberbia inigualable, esperando que el resto del mundo sacrifique un cordero a su paso, pero que con una mínima dosis de astucia, se muestran dóciles a la manipulación y pueden llegar a caer al nivel de los excesos de los invitados del show de Laura en América.  Ahí sólo nos queda exclamar:  Es inteligente, pero bruto.

 

 

 

 

 

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El dictador que tenía madre

Anastasio Somoza García está en su Despacho en Casa Presidencial, reunido con parte de su Gabinete de Gobierno, discutiendo asuntos relacionados con el presupuesto de 1952, cuando de pronto suena el teléfono que se encuentra a su lado.  El General contesta y después de escuchar por breves segundos, emite una serie de instrucciones y cuelga.  Termina de regañar al Ministro de Hacienda, le grita un par de órdenes y sale del Despacho.  Acompañado de un asistente se dirige hacia las escalinatas de Casa Presidencial en donde le aguarda su limosina.  Sube al vehículo y su caravana baja la Loma de Tiscapa, toma la Calle Colón y al llegar a la Estatua de Montoya sigue por la Carretera Sur.

Después de cuarenta minutos, la caravana entra a San Marcos en donde es observada por algunos curiosos que comentan: Ahí va Tacho al Porvenir.  En efecto, después de pasar la Iglesia Parroquial del pueblo, la caravana tuerce hacia la derecha y en unos minutos ingresan a la Hacienda El Porvenir, propiedad de la Familia Somoza y en donde habita la madre del Presidente.

Al descender de su vehículo, Somoza respira profundamente y siente el aroma, mezcla de cafetal, limoneros y las flores de su madre e inmediatamente su expresión grave se relaja y la serenidad va invadiendo poco a poco su humanidad.  Se dirige hacia la cocina en donde Doña Julia, su madre, se encuentra dirigiendo la preparación del almuerzo, en esta ocasión especial porque espera a su hijo.  Cuando la anciana siente la presencia de su hijo, suspira y voltea con el rostro iluminado y sus pequeños ojos fulgurando a través de sus gruesos lentes de carey.  El General le devuelve una sonrisa abierta y caminando casi de puntillas se acerca hacia ella la abraza, la mece y luego besa su frente.  Luego, la invita a salir hacia el jardín, en donde hay un par de mecedoras y se sientan a platicar.

-Y ahora ¿qué pasó, mamá? dice el Presidente, con voz pausada, casi susurrando y con un tono de paciencia.  La señora sonríe y le dice: -Es que anoche estuve pensando en Rafael, está hecho paste el pobre, le viene otro cipote y no le alcanza con el sueldo, así que decidí que lo íbamos a ascender a capitán. Somoza deja de mecerse y sus ojos amenazan con ponerse como platos, pero inmediatamente cambia su expresión y sólo agacha su cabeza y exclama: ¡Ay, mamá!. Sin embargo, su madre no parece escucharle y continúa, -Quería saber cuándo podíamos hacer efectivo esto.  El General mientras mueve su cabeza lentamente como negando algo, sonríe y le dice: – A la brevedad mamá, a la brevedad.  La señora sonríe también y le toma la mano entre las suyas y con la derecha le palmea cariñosamente.

Luego, el hombre fuerte de Nicaragua, sin mucha paciencia para escuchar largas exposiciones o explicaciones, se mece tranquilamente mientras su madre le cuenta los pormenores de la hacienda o los chismes del pueblo.  Mientras la agenda presidencial se desconfigura y debe ser ajustada, pasan tranquilamente al comedor en donde disfrutan de una sopa de albóndigas.  Cualquiera que mira esa escena, no pensará que la persona que bromea con las cocineras y ríe con su madre, es el mismo hombre que durante los últimos veinte años se ha mantenido en el poder en Nicaragua, para lo cual no ha escatimado en malas maniobras como el Golpe de Estado en contra de Juan Bautista Sacasa, el asesinato del General Augusto Sandino, los fraudes electorales para llegar a la presidencia, el despojo de sus tierras y sus patrimonios de miles de conciudadanos, el encarcelamiento y tortura de adversarios políticos y la instauración de la regla de las tres P, plata para los amigos, plomo para los enemigos y palo para los indiferentes, la cual aplicó de manera efectiva.

Ya avanzada la tarde, el General se despide de su madre con un fuerte abrazo y las recomendaciones de rigor, la anciana le sonríe una vez más y a través de sus lentes se adivina una lágrima retenida, pues en el fondo de su ser, presiente que cualquiera de esas despedidas puede ser la última.

La caravana parte hacia Managua y al pasar por San Marcos, el General mientras saluda con su mano a algunos ciudadanos que a la expectativa esperan su paso de regreso a la capital, piensa que es un alivio que el mundo de su madre termine en el pueblo.

Doña Julia García Alfaro, sanmarqueña de origen campesino, siempre fue una persona sencilla, trabajó afanosamente para apoyar a su esposo y preparaba desde nacatamales, cuajadas y demás productos para ayudar a la economía familiar.  Cuando la situación familiar comenzó a mejorar, en especial con el regreso de Anastasio de los Estados Unidos, ella continuó preparando productos para su venta, más que por necesidad, por un afán de mantenerse ocupada.  No obstante, se quedó estacionada en el tiempo pues al igual que asignaba unos pocos centavos para la compra de verduras o cualquier otra cosa, ordenaba que los productos que mandaba a ofrecer se vendieran también a precios ridículamente bajos.  Anastasio se ocupaba que estos desbarajustes financieros fueran cubiertos sin que la señora se percatara.

Los encuentros entre Somoza y su madre, a pesar de no ser con la frecuencia con que hubieran querido, siempre estuvieron llenos de cariño, en donde nadie sabía cómo y cuándo operaba la verdadera transfiguración del dictador.  Siempre manifestaba la anciana su orgullo de mirar a su hijo vestido de militar y en algunas ocasiones, le solicitaba cosas inverosímiles, como cuando le pidió que le contara cómo era montarse en los caballitos.  El General se dirigió entonces a San Marcos que vivía las fiestas de abril y se subió a los caballitos, ante la mirada atónita de todos los presentes, lo que motivó que algunos “cepillos” acompañaran al jinete en la cabalgata y no se prestara a ningún ridículo.  Fue una “vuelta” que duró como nunca y no fue sino hasta que Tacho hizo una señal que el tiovivo se detuvo, regresando a El Porvenir a donde llegó a comentarle a su madre su magnífica experiencia.

Pero como dicen por ahí, no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague y la noche del 21 de septiembre de 1956 en la ciudad de León, Rigoberto López Pérez, le disparó cuatro balazos.  El Presidente de los Estados Unidos de América, Dwight Eisenhower, dispuso de los medios para que fuera trasladado al Hospital Gorgas de Panamá para que ahí fuera atendido por sus médicos personales.  Desde que es herido, Somoza en lo único que piensa es cómo se mantendrá la familia en el poder, a pesar de que en algunas ocasiones había conversado con su esposa e hijos sobre las alternativas en caso de que algo le sucediera, pues además de los serios problemas de salud que enfrentaba, además de su diabetes, estaba la sensación de que no estaba lejano el día en que alguien se atreviera a asesinarlo.  En Panamá, se muestra optimista, pues habían circulado versiones que de los balazos ninguno era mortal e incluso llega a observarse al dictador bromeando y piropeando a una enfermera.

Antes de la operación a la cual sería sometido lo visita el Teniente Wyse, capellán del Hospital Gorgas quien le ofrece confesarlo.  Somoza quien sabe perfectamente que tan sólo el examen de conciencia tomaría más tiempo que la operación, realiza una confesión express, ante la cual, el capellán no tiene otra alternativa que perdonarle sus pecados en lote, sin embargo, al momento en que Wyse hace la señal de la cruz para darle la absolución, Somoza adivina en sus ojos una expresión que hace que un escalofrío le comience en la bala de la columna y recorra toda su espalda.

Después que Somoza entra a la operación, nadie vuelve a mirarlo consciente.  Después de la intervención que dura seis horas, no recobra la conciencia, sin embargo, su mente empieza a divagar sobre la confesión que no hizo y cada uno de sus pecados empiezan a formar una inmensa fila, en donde rostros de prisioneros mutilados pasan ante sus ojos, Sandino después del abrazo traidor cae ante un pelotón de fusilamiento, miles de terratenientes llorando por sus propiedades, familias completas que viajaron al exilio, prisioneros ejecutados con la ley fuga, la constitución y las leyes de Nicaragua pisoteadas vilmente y tantos más.  El dictador siente que al igual que la ruptura un cordón umbilical marcó el inicio de su vida, necesita cortar otro cordón para dejarla y descansar de las escenas propias de la Divina Comedia que se agolpan en su cerebro y la puerta que amenaza: Lasciate ogni speranza.  (Abandonad cualquier esperanza).

De repente, Somoza encuentra una luz y descubre en su conciencia, llena de dolor y remordimiento, un pequeño filo de remanso.  Es la minúscula parte que corresponde a la relación con su madre, la única que está libre de violencia, traición, odio y rencores.  Aquella pequeña porción de paz y de amor, que de alguna forma lo está aguardando. Ahí se refugia y cree sentir vivamente el aroma al cafetal, los limoneros y las flores de su madre y corta el cordón que lo libera. Apenas alcanza a escuchar a Wyse pronunciar: Amén, en una misa que en la recámara presidencial del Hospital pidió su ahora viuda Doña Salvadora.

El Papa Pío XII, en medio de su sabiduría e infalibilidad, debió haberse dado cuenta de lo anterior, pues al recibir la noticia del fallecimiento del General, otorgó su no objeción para que fuera declarado Príncipe de la Iglesia y le envió una bendición especialísima a la desconsolada viuda.

Después de tanto tiempo, Somoza todavía es considerado por muchos como un monstruo, sin embargo poco a poco esa imagen se va despintando, al contrastarla frente a muchos que sin proponérselo, lo imitan en muchos aspectos.  Para los sanmarqueños que se dieron cuenta de la vida del General, fuera del ámbito político, lo recuerdan tan sólo como lo que quedó latente, como un buen hijo y este resquicio, tal vez otorgue cierta benevolencia al juzgarlo.

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Advertencia de Responsabilidad

Cuando decidí iniciar un blog en WordPress lo hice con el entusiasmo que acertadamente Sergio Ramírez compara con el hecho de lanzar un escrito en una botella al mar.  Tenía en la mente plasmar a través de la red mis experiencias en ese continuo conocer la idiosincrasia del nicaragüense.  Me ha dado mucho gusto saber que muchos compatriotas y extranjeros han disfrutado de mis escritos, algunos atreviéndose a dejar comentarios en cada post, otros simplemente haciéndome el honor de leerlos.  Las estadísticas y la constancia de mis lectores me han animado para seguir haciéndolo por más de dos años.

He tratado de ajustarme al máximo a una autocensura que permitiera darle un extremo profesionalismo a los trabajos, que aunque están escritos sin ningún rigor científico, puedan entretener a los lectores, ilustrarlos sobre aspectos tal vez olvidados pero que en ningún momento ofendan a ningún protagonista de mis historias.

Sin embargo, a veces ocurre lo mismo que cuando alguien te raya el automóvil y lo único que le queda a uno es poner un letrero mentándole la madre a quien hizo la villanía y cobardemente se corrió o cuando en esos teléfonos fijos que todavía no tienen identificador de llamadas y de repente alguien llama y lo único que emite son resoplidos en el auricular sin tener la entereza de decir “me equivoqué de número” o “ sólo quería saber quién estaba ahí” lo que motiva a lanzar cualquier epíteto del más grueso calibre agregado al clásico “mudo”.  Es ocioso y hasta cierto punto desvergonzado que cualquiera de estos, reclame los calificativos que le han caído en sus andanzas anónimas.

De esta manera, si al momento de hablar de chivos, sexoservidoras, brujas, ladrones, pepenadores, etc., sin existir ninguna alusión personal, alguien cree que me estoy refiriendo precisamente a este o aquella, pues ahí no queda de otra que aplicar el dicho aquel:  Al que le caiga el guante que se lo plante.

No obstante creo que es peor aún que alguien ingrese a mi blog, a veces a diario, a escudriñar si alguno de estos personajes o situaciones encaja en su forma de ser, tratando de establecer comparaciones y falsas deducciones.  Quiero advertirles a través de estas líneas, que definitivamente este Blog no es para ellos.  No lo visiten.  No lo lean. No pierdan su tiempo.  Mejor estudien Macbeth para que les salga mejor el “Fair is foul and foul is fair”.

El resto de los lectores, pueden disculpar lo anterior y espero que sigan disfrutando de los próximos posts.

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El Macuá es más que un trago

Extracto del Pájaro Macuá

Hace unos tres de años, una tour operadora y la Asociación de Restaurantes de Managua se percataron que Nicaragua no tenía un trago nacional, por lo que con cierto estupor comenzaron a imaginarse qué pasaría si algún turista llegara a estas tierras y preguntara al respecto.  Pusieron de ejemplo a Cuba con su Mojito, a Brasil con la Caipirinha y a México con el Margarita y en medio de su profunda consternación decidieron realizar un concurso para seleccionar al trago nacional.  Lo extraño es que en las bases de la convocatoria se exigía que el trago participante, conceptualizado como coctel, debiera ser preparado a partir del Ron Flor de Caña, debería además inspirarse en el Lago Cocibolca y sus vestigios indígenas.

El primer elemento contradictorio en dicho concurso fue la interpretación del vocablo “trago”, que según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), en varios países latinoamericanos incluyendo Nicaragua, significa bebida alcohólica.  Sin embargo, en otros países, “trago” es sinónimo de coctel, que según el DRAE es una bebida compuesta de licores a la que se añaden por lo común otros ingredientes y en este sentido son ejemplos el Mojito, la Caipirinha y el Margarita.

En Nicaragua, por mucho tiempo el trago más común consumido a nivel nacional fue el aguardiente.  A pesar de que “aguardiente” es un término genérico que según el DRAE es la bebida espirituosa que por destilación se saca del vino y de otras sustancias; en estos lugares, el aguardiente se refiere al obtenido de la fermentación alcohólica y destilación de mostos provenientes de derivados de la caña de azúcar.  El representante clásico del aguardiente en Nicaragua es el guaro, que es un destilado que no es sometido a ningún proceso de añejamiento y que por mucho tiempo se vendió a granel y ya entrado el siglo XX comenzó a envasarse y a venderse con el nombre de aguardiente, recordándose los clásicos Cañita y Santa Cecilia.  El nicaragüense se acostumbró a tomar el aguardiente o guaro, sólo o como se dice localmente “al estraik”, del inglés stright (derecho, solo), de ahí podría decirse se derivaron todos los sinónimos de trago: vergazo, pijazo, cachimbazo, turcazo, fajazo, rielazo y muchos más que terminan en “azo” pero que comienzan con la vulgaridad preferida de quien lo emite.

A mediados del siglo XX empezó a popularizarse el consumo de  ron en Nicaragua, al comenzar la producción en escala del Ron Flor de Caña y al invertir dicha compañía en campañas de publicidad para introducirlo en la emergente clase media nicaragüense. Hay que recordar que el ron es un aguardiente destilado de mostos derivados de la caña de azúcar y añejado por lo menos un año.  Originario del Caribe, según se cree en el siglo XVII, en donde originalmente se le conocía como kill devil (mata diablo).  Los nicas comenzaron a tomar el ron de la misma forma en que se tomaba el aguardiente o guaro, solo; sin embargo, en cierto momento se puso muy de moda el coctel llamado Cuba Libre, que es ron con gaseosa de cola y limón, a veces algunas gotas, a veces una rodaja.  Por muchos años, una gran proporción de consumidores de ron lo hacían a través de la Cuba Libre, sin embargo, en los años ochenta en donde aparentemente se perdió el gusto por lo dulce, se regresó al consumo o bien puro o mezclado con agua.

En la actualidad, el consumo de bebidas alcohólicas en Nicaragua es variado y comprende desde el guaro o aguardiente, el cual según norma sólo debe venderse envasado y etiquetado, el ron que todavía mantiene un importante segmento del mercado, la cerveza que poco a poco ha venido quitándole una buena proporción del consumo a las otras bebidas alcohólicas y un reducido, pero no despreciable, segmento que ingiere whisky, vodka o vino.  De esta forma, es un tanto difícil poder designar a una bebida o trago, entendido este como elemento puro, que represente a Nicaragua.  En muchos países es difícil llegar a esta designación y si se hace es objeto de muchas críticas y desacuerdos, como por ejemplo el Tequila que muchos alegan es la bebida nacional de México, sin embargo, los estudiosos refutan esta selección diciendo que es el Pulque, bebida fermentada proveniente de otra variedad de agave, pues tiene un mayor arraigo y cobertura en todo el territorio mexicano.  En otros países cuando se habla de bebida nacional no se refieren a una bebida alcohólica, como es el caso del Mate, que se considera bebida nacional en Argentina y Uruguay o el Café para Italia.

Ahora bien, pasando del trago como bebida alcohólica al trago como coctel, se encuentra que también la selección de algún coctel como representativo de un país es caprichosa y no siempre refleja una identidad nacional.  El caso del coctel Margarita preparado a partir de Tequila es un ejemplo, pues el mismo tiene un consumo mínimo entre los mexicanos que siguen un ritual predeterminado en el consumo del Tequila, que tampoco es la bebida de mayor consumo en ese país, pues es superada por la Cerveza y seguido muy de cerca por el Brandy.  De tal forma que este tipo de cocteles son prefabricados para el consumo de los turistas.  En el caso del Mojito en Cuba también encuentra detractores que sostienen que el Daiquirí es el más representativo de la Isla.

Bajo la premisa de que un trago o coctel nacional, más que reflejar la identidad nacional sería un elemento de promoción turística, entonces tal vez hubiera tenido sentido el concurso para seleccionar el trago nacional, en donde también habría que considerar su carácter unilateral e inclinado a la promoción de un producto en particular como es el Ron Flor de Caña.  Si se parte de que un elemento de contenido alcohólico básico en la preparación de un coctel es vital y que el ron podría cumplir una función más eficiente en este sentido, pudiera haberse manejado genéricamente el ron como ingrediente principal, sin mencionar marcas.

Después del proceso de selección de parte de la tour operadora y la Asociación de Restaurantes de Managua, se eligió al Macuá, como Trago Nacional de Nicaragua.  El concurso se dividió en dos etapas, uno para seleccionar el trago en sí y otro para el nombre.

Con relación al trago, el Macuá está compuesto de la siguiente manera:

Una onza y media de Ron Flor de Caña Extra Lite (4 años de añejamiento)

Una onza de jugo de guayaba

Una onza de jugo de naranja

Media onza de jugo de limón

Un tercio de onza de sirope de azúcar

Una rodaja de naranja

Una cereza verde con tallo

A pesar de la originalidad del trago y lo exótico del mismo, es importante señalar que el jugo de guayaba no es un elemento precisamente representativo de lo nacional, como lo es esta fruta en Colombia por ejemplo, es más, el ingrediente para el trago en cuestión sólo se encuentra envasado industrialmente por empresas, en su mayoría extranjeras.  Si se quiere preparar localmente a partir de la materia prima nacional, pues será una tarea un tanto difícil, pues la guayaba “de fresco” tal como se le conoce a la variedad que se utiliza para preparar refrescos, no se encuentra en todas las estaciones y su calidad y sabor es muy variable.  Respecto a la cereza verde, está por demás decir que únicamente se encuentra en los supermercados y eso si ellos tuvieron a bien importarla.

Respecto al nombre, habría que aclarar que en una primera instancia se había seleccionado el nombre “Guarapo” sin embargo, el jurado tuvo que recular pues en otros países existen tragos con este nombre, así que no sería tan original.  El nombre que al final se seleccionó fue Macuá, que es un pájaro (Panyptila cayennensis) conocido también como Vencejo Tijereta Menor y cuyo hábitat se encuentra desde el sur de México hasta el Ecuador.  En Nicaragua se encuentra esta especie, sin embargo, habita en lugares muy silvestres y es muy difícil de localizar.

El pájaro Macuá es protagonista de un sinnúmero de leyendas, algunas de ellas completamente descabelladas, como es el caso de que esta ave, siendo originaria de estas latitudes, estuvo presente en la Pasión de Jesucristo; algunos lo ubican en el Huerto de Getsemaní, en donde desde la rama de un olivo le cantó al Señor y otros señalan que fue quien con su pico le quitó las espinas de la corona y desde la punta de la cruz lanzó su melodioso canto.  Por ese motivo el plumífero tuvo la bendición que le otorga muchas cualidades curativas y hasta milagrosas.

Con base en el carácter bendito de este pájaro (aquí se hace la jaculatoria), se ha desarrollado toda una industria a su alrededor que ofrece desde un polvo, obtenido del nido del ave y que tiene propiedades afrodisíacas, hasta perfumes, aceites y extractos del bendito pájaro, que además constituyen una panacea para aliviar enfermedades, mal de amores, pobreza extrema y que tienen un efecto mayor si se acompañan de la célebre Oración del Pájaro Macuá, que según algunos exégetas tiene una efectividad asombrosa, incluso mayor que la de San Judas Tadeo o la Oración Fuerte del Espíritu Santo.

Así pues, el ahora denominado Trago Nacional, tiene una serie de elementos interesantes y que si bien es cierto no refleja la identidad de los nicaragüenses pues no todos toman ron, no todos beben fresco de guayaba y no todos le rezan al pájaro Macuá, no obstante, el turista encontrará un trago atractivo y cuando lo tome, sentirá revolotear en su boca al mítico pájaro.  Pero si usted se siente atraído por este trago, le recomiendo prepararlo usted mismo, así podrá seleccionar un jugo de guayaba de primera calidad, puede incluso sustituir el Ron Flor de Caña Lite Extra Seco por un Vodka Grey Goose y si el jugo de guayaba es lo suficiente dulce puede omitir el jarabe de azúcar, a menos que quiera elevar el octanaje del trago; así mismo puede hacerlo menos delicado quitándole la cereza verde.

Si por cualquier razón tiene que pedir este trago en un establecimiento, de esos que no tienen el ISO 9000, asegúrese que preparen el trago en su presencia y que utilicen los ingredientes originales, pues si se lo traen escondidito de la cocina, mejor empiece a sobarse el hígado y si por desventura lo pidió con bocas de chancho frito, búsquese al mariachi y que le canten Las Golondrinas.

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Amaya, siempre serás tú.

Amaya Uranga

Este 2009 se cumplen 35 años que los nicaragüenses conocimos una de las canciones en español más bellas de todos los tiempos.  Es un tema en el cual ocurre una singular simbiosis entre una composición que derrama sencillez y sentimiento y una calidad interpretativa insuperable.

Aquel 1974 los nicaragüenses y en especial los Managua, se estaban acostumbrando a una nueva dinámica en sus vidas y en ese proceso, por alguna razón, la música jugó un papel fundamental, pues la población se aferró a las radiodifusoras y a su programación llena de música y anuncios.  De repente, las ondas hertzianas llevaron por toda Nicaragua un tema que desde la primera vez que fue escuchado, la gente quedó cautivada por el mismo.   La canción estaba interpretada por una voz diáfana, cristalina.  Una voz que hacía pensar que si los ángeles pudieran cantar, lo harían de esa manera.  La letra de la canción por su parte era un himno al amor encontrado en la cotidianidad de las cosas y que llegan a representar al ser amado.  Y de esa forma, el “tú” a quien se refería el tema, se convirtió en cada hombre y cada mujer, pues cada quien se apropió de ese arrebato del autor y soñó en poder expresarlo de la forma sublime como lo hacía aquel grupo.

Así fue como los nicaragüenses recibieron a Eres tú, interpretada por el grupo vocal español Mocedades, la cual logró ubicarse, de manera indiscutible, en el primer lugar de las preferencias de la audiencia nacional por un buen tiempo. No se sabía nada acerca de Mocedades, ni de sus integrantes, mucho menos del autor de la melodía, sin embargo, el público nica les abrió sus corazones.

En aquellos tiempos no existía la oportunidad y cobertura de parte de los medios de comunicación y en especial en la televisión, así que era muy poco lo que se conocía respecto a todo lo que rodeaba a determinado éxito musical.  Sin embargo, con el tiempo nos dimos cuenta que la hermosa canción había salido de la inspiración del compositor y arreglista español Juan Carlos Calderón, quien hasta esas fechas era desconocido en nuestro país.  El tema fue seleccionado para que con la interpretación del grupo Mocedades representara a España en el concurso de Eurovisión de 1973 realizado en Luxemburgo, en donde alcanzó el segundo lugar.  El primer lugar lo ganó, coincidentemente, la canción representante de Luxemburgo: Tu te reconnaitras (Tú te reconocerás).

A pesar que ya para ese tiempo Joan Manuel Serrat, había alcanzado un gran reconocimiento en Nicaragua, desconocíamos que Juan Carlos Calderón fue el arreglista y director de muchos de los temas del cantautor, en especial Mediterráneo, uno de los álbumes más emblemáticos de Serrat.

En cuanto a la angelical voz, la misma pertenecía a Amaya Uranga, voz principal de Mocedades y que sin querer restarle méritos interpretativos al resto de ellos, constituyó el alma del grupo.   A pesar de que Mocedades ya había lanzado varios álbumes en España, en Nicaragua era prácticamente desconocido y fue realmente Eres tú, el éxito que los inmortalizó en estos lares.

María Icíar Amaya Uranga Amézaga, originaria de Bilbao, España, nació en el seno de una familia con una tremenda inclinación musical; sus padres fueron cantantes al igual que la mayoría de sus ocho hermanos.  A muy corta edad, Amaya, formó con sus hermanas Izaskun y Estibaliz, el trío “Las hermanas Uranga” en donde cantaba y tocaba la guitarra.  Posteriormente, las Uranga junto con su hermano Roberto, los hermanos Blanco, José Ipiña y Francisco Panera, formaron el grupo “Voces y guitarras” que interpretaba música folk en su región.  Un día se decidieron realizar una grabación en casete y lo enviaron a un estudio en la capital española.  Por esas grandes casualidades de la vida, el casete llegó a las manos de Juan Carlos Calderón que se interesó en el grupo y les invitó a trabajar juntos y de ahí nació Mocedades.    Antes de participar en el festival de Eurovisión en 1973, el grupo ya había grabado tres álbumes, los cuales tuvieron cierto éxito en su país.  De esta producción merece la pena recordar un tema que tuvo una gran aceptación en España y que se trataba de una adaptación de la canción religiosa llamada Pangue Lingua, en donde ya resaltaba la inigualable voz de Amaya.  Esta canción la recuerdo cuando en mi niñez mi abuela me llevaba los jueves al Santísimo y en medio del penetrante olor a incienso se interpretaba el Pangue Lingua y el Tantum Ergum.

Después del triunfo de Eres tú en Eurovisión, se lanzó el cuarto álbum de Mocedades en donde se incluyó ese tema y a la vez se realizó una versión en inglés, bajo el título de Touch the wind para introducirlo en el mercado norteamericano.  De esta manera, en 1974 el grupo se internacionalizó y logró ocupar con el tema Eres tú, los primeros lugares no sólo en Estados Unidos sino que en toda Latinoamérica.

Después del tremendo impacto de Eres tú, nos dimos a la tarea de seguir de cerca la posterior producción de Mocedades y de esta manera disfrutamos Secretaria, Tómame o déjame, Si yo no fuera fiel, El vendedor, La otra España, ¿Quén te cantará?,¿Qué pasará mañana? A pesar de que el grupo iba cambiando de integrantes, como el machete del compadre que a veces cambiaba el mango y a veces la hoja, sin embargo, lo importante era que se mantenía la voz de Amaya resaltando y dándole vida a todas las interpretaciones.

A inicios de los ochenta, después de más de once años, Mocedades se separó de Juan Carlos Calderón y se embarcó en una nueva aventura con el sello CBS, quien les asignó a Carlos Gómez como productor y en donde el grupo mostró una nueva faceta, más madura, con temas que mostraban una mayor complejidad y en donde Amaya seguía demostrando su sobrada capacidad interpretativa.  Uno de los temas que de mejor manera ilustran esta nueva etapa del grupo es la versión tan especial que hicieron del clásico tema español, intermedio de la zarzuela La leyenda del beso de los maestros Reveriano Soutullo y Juan Vert y que en Nicaragua nos regalaron Los Churumbeles de España a inicios de los años cincuenta.  Dicho tema fue transformado, mediante un excelente arreglo en Amor de Hombre, en donde vuelve a destacar la calidad vocal de Amaya y que tuvo una singular acogida de parte de sus aficionados.  También habría que señalar las grandes interpretaciones del siguiente álbum La Música, en donde se encuentran temas impactantes como la adaptación del cuarto movimiento de la 7ª Sinfonía de Beethoven con el nombre de Cuando tú nazcas, así como Solos en la Alahambra, Así fue nuestro amor, Mis lágrimas me saben a ti,  Has perdido tu tren y en especial el tema grabado con Plácido Domingo, Maitechu Mía.   A manera de anécdota relato que este álbum lo adquirí en México y ahí lo ponía religiosamente todas las mañanas y fue precisamente muy temprano el 19 de septiembre de 1985 que lo estaba escuchando mientras le daba de desayunar a mis hijos, cuando nos sorprendió un enorme sismo que nos hizo evacuar en tiempo record el departamento que ocupábamos en Tlatelolco y mientras bajábamos las escaleras, Plácido Domingo terminaba de interpretar Maitechu Mía, cuando escuchamos el estruendo que hizo el Edificio Nuevo León, cercano al nuestro, cuando se desmoronó totalmente, quitándole la vida a centenares de sus ocupantes, entre ellos, irónicamente, algunos familiares del tenor español.

Si después de la separación de Juan Carlos Calderón la calidad de Mocedades se mantuvo y en cierto modo maduró, destacando siempre la privilegiada voz de Amaya, en 1984 al decidir la cantante dejar el grupo para cantar como solista, lo hizo con tremendo suceso, pues su voz aunque en solitario, alcanzaba para manejar una extrema calidad en su música.  Los temas que produjo dan fe de lo anterior y recordamos en el álbum Volver las versiones de Fuiste un trozo de hilo en la escarcha, que Chayane quiso retomar sin el tremendo resultado que lograba la voz de Amaya, así como Me juego todo, No pidas más, Mago, El breve espacio y Palabras de Amor, con la participación de Joan Manuel Serrat, quien por primera vez se atrevió a cantar ese tema en español.   Del álbum Sobre el latido de la ciudad logró temas de gran calidad como Quién me va a creer, Luz de gas, Prometo regresar, Como un bolero sobre tu piel.  Luego con la participación del maestro Armando Manzanero lanzó un álbum con temas de este compositor y de los cuales destacan Ya no vive aquí, Yo te comprendo, Nuestro amor perdió, No le dimos tiempo y Después de hablar contigo que canta a dúo con el maestro.

Así pues de los tres elementos que confluyeron en el éxito de Eres tú, la inspiración de Juan Carlos Calderón, la voz de Amaya y los coros de Mocedades, es muy posible que el mayor peso lo tuviera esa excepcional interpretación vocal.  Juan Carlos Calderón tiene una impresionante carrera como compositor y arreglista y Mocedades por su parte, como ensamble tuvo una trayectoria sin igual, pero no cabe duda que Amaya Uranga fue el alma, vida y corazón de Eres tú.

Después de más de 50 años del Festival Eurovisión, la mayoría de los temas ganadores han caído en el olvido, como es el caso de la triunfadora en 1973, Tú te reconocerás, que a estas fechas nadie reconoce, sin embargo, Eres tú acapara todas las listad de preferencias, habiendo sido nombrada la mejor canción que representó a España en todos los concursos y uno de los mejores temas de todo esos festivales.  Mocedades tiene versiones de ella en diferentes idiomas y son innumerables los covers que existen de este tema de parte de los más variados intérpretes, sin embargo, se puede asegurar que ninguno le llega a los talones a la versión original.

Es indudable que para muchos nicaragüenses, esta canción ocupe un lugar privilegiado entre todos sus recuerdos y a pesar de que en muchos casos, la persona que en aquel entonces representaba todo lo que expresaba la misma, ahora tal vez solo quepa en alguna estrofa de Cenizas, sin embargo, es inevitable que al escucharla, un torrente de emociones volverá a inundar su alma y pensará:  Amaya, siempre serás tú.

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