Es curioso que uno de los fenómenos sociológicos más interesantes que se han observado en Nicaragua en la última década no tenga nada que ver con la política.
Cuando a inicios de este año, a los “estrategas” del Canal 2 se les ocurrió echar a andar un concurso basado en el éxito alcanzado por la telenovela argentina “Patito feo”, nunca se imaginaron que la respuesta de su población meta sería tan amplia y entusiasta.
La telenovela en cuestión comenzó a transmitirse en Argentina a inicios del año pasado y rápidamente, comenzó a ganar popularidad no sólo en ese país, sino en toda América Latina, pues fue transmitida por cable a través de Disney Channel, además de muchos canales locales en diferentes países. En Nicaragua, está siendo transmitida por el Canal 2 local.
El argumento de la telenovela no es nada complicado, pues gira alrededor de la discriminación que se da en la escuela y que desemboca en el acoso, que ahora elegantemente se le conoce con el nombre de bullying. El personaje principal es Patito Feo, una niña que con la ayuda de unos grandes anteojos y un rústico trabajo de ortodoncia, se ubica en un sector de pre adolescentes que se amparan bajo la etiqueta de “populares”, con la esperanza de que en algún momento funcione el longevo cuento del patito feo y una mágica metamorfosis los convierta en un hermoso cisne, tal como en su oportunidad lo hizo la multi famosa Betty la Fea. La antagonista principal de la serie es Antonella, líder del grupo autodenominado “las divinas”, quienes por considerarse bonitas y “cool” discriminan a las “populares”.
La telenovela está acompañada de una banda sonora bastante pegajosa, así como de una coreografía que ha causado furor entre la audiencia de la misma, principalmente los sectores infantiles y pre adolescentes.
El concurso lanzado por el Canal 2 llamado ¿Sos Divina o Popular? constituyó una chispa que incendiaría el entusiasmo de miles de niñas y niños (pues en las coreografías hay participación masculina) que agrupados ya sea en el bando de las “divinas” o de las “populares” acudieron masivamente a las instalaciones de Televicentro Canal 2 en Managua, para tratar de ganar el primer lugar en su categoría.
Lo interesante del caso es que los grupos invariablemente provenían de los barrios más pobres de la ciudad capital, desde el Hugo Chávez hasta Bello Amanecer. Otra característica importante es que no existe un criterio definido para que estos grupos escojan el bando de “divinas” o “populares”, pues en estas comunidades todos pueden caer en el sector popular.
Puede ser que en algunos casos una bien cuidada autoestima pudiera orillar a un grupo hacia el bando de las divinas, o bien, puede ser que aquellos sectores que vivan bajo el modelo de sufrir ahora para gozar posteriormente, prefieran ser patitos feos, con la esperanza de llegar a ser cisnes en el futuro. Otro criterio pudiera ser la identificación de cada grupo con las canciones que pertenecen ya sea a las populares o bien a las divinas, las primeras orientadas a la amistad y buenos sentimientos y las otras, a la discriminación como punto focal.
Sorpresivamente, el citado concurso fue ganando cada vez más popularidad, con una enorme cantidad de participantes con una gran motivación, hasta el punto que fueron superando todas las dificultades financieras que para estos grupos puede representar el conseguir la indumentaria necesaria, que no sea el uniforme deportivo de su escuela. Se observó incluso que algunas comunidades recurrieron a la organización de kermeses a fin de sufragar esos gastos y copiar lo más exacto posible, la ropa los personajes de la telenovela.
No fue nada extraño observar que al concurso no acudieron los sectores como Los Altos de Santo Domingo, Las Colinas, Las Cumbres, La Estancia, Villa Fontana, pues las niñas de estos repartos más bien buscaban afanosamente entrar en el casting de El Principito, espectáculo organizado por la Sra. Vivian Pellas a beneficio de APROQUEN, o sea, nada que ver.
De repente, la fiebre del Patito Feo saltó a los departamentos y obligaron al Canal 2 a realizar concursos locales a fin de cubrir la enorme demanda de participación de parte de los barrios más pobres de Estelí, Masaya, Bluefields, Chinandega, Matagalpa y los departamentos que poco a poco se van uniendo a este fenómeno.
El éxito del concurso ha motivado al Canal 2 abrir un segmento diario de dos horas dedicado al mismo, que contiene un repriss de las principales actuaciones de cada segmento del concurso.
Dentro de algunas semanas, el jurado calificador nombrado por el Canal 2 va a seleccionar a los ganadores nacionales del concurso, para la categoría de las “divinas” y para la de las “populares”, me imagino que para no meterse en honduras no habrá competencia entre los dos grupos ganadores. Es posible que considerando la cantidad de competidores y el desbordante entusiasmo que ha generado el concurso, pueda haber inconformidades y manifestaciones de protesta por los resultados, pero la maquinaria de noticieros de la televisora tiene la capacidad para minimizarlos.
Lo interesante del caso es la cantidad de muchachos y muchachas que ha movilizado el concurso, convocatoria que no ha logrado ningún partido político, ni los CPC, ni predicador alguno, ni siquiera el Ministerio de Educación, quien por cierto ha prohibido la participación de centros escolares en la contienda.
Esto nos llama la atención hacia la necesidad que tienen amplios sectores de la población, especialmente en los grupos etarios de 4 a 13 años y que provienen de los estratos más pobres, de ser tomados en cuenta, de resaltar, de competir, aun cuando finjan una discriminación que entre ellos no es válida. De esta manera los anti valores que maneja la telenovela, no tienen cabida en estos sectores y de la serie derivan tan sólo el espíritu de competencia, la capacidad de asumir retos y el trabajo en equipo.
En algunos meses todo habrá terminado, habrán dos grupos ganadores y de tanto escucharse los temas de la telenovela, todo el mundo quedará hastiado y aunque se presente una segunda temporada de la serie, las divinas y las populares quedarán tan sólo como el símbolo de la capacidad de manifestarse de estos sectores. Es factible que en el Registro Civil, se incremente significativamente la cantidad de niñas inscritas con el nombre de Antonella.
El problema de la discriminación y el bullying va a continuar por mucho tiempo, pues se trata de algo demasiado arraigado en la sociedad. A medida que se asciende en los estratos sociales, más presente está el problema. Por lo tanto, la telenovela Patito Feo tal vez no tendrá un efecto tan nocivo en los sectores que se entusiasman con el concurso ¿Sos divina o popular?, sino en aquellos estratos de mejores condiciones económicas que son asiduos a la serie, pero que al observar a los participantes del concurso, deciden menospreciarlo. Como dicen popularmente, siempre las gallinas de arriba ensucian a las de abajo y cada pájaro tiene su gavilán. Así pues la más Divina del país, siempre encontrará a uno de los Darling de New York que la mirará como insecto.