Perro mundo

 

La clasificación de las películas hoy en día se ha convertido en una simple referencia que muy pocas veces alienta a los padres de familia a discernir sobre lo que sus hijos pueden o no, ver en el cine.  Muy pocas veces he visto que en la taquilla de un cine le nieguen el acceso a un menor para una película clasificada como “R” y por otra parte he visto a una familia entrar a ver una de estas películas, con excesos en las escenas de violencia o sexo, acompañados de niños de 4 o 5 años que cargan además con una dotación de alimentos suficiente para sostener a un hospicio.

Hace cincuenta años las cosas eran muy diferentes.  Las películas con escenas un tanto subidas de tono eran clasificadas como “Prohibida para menores de 18 años” y cuando de acuerdo al censor se arañaban los límites de lo permitido en un espectáculo de esta naturaleza y que pudiese provocar acciones pecaminosas por pensamiento palabra u obra, entonces la etiquetaban como “Prohibida para menores de 21 años”.  Esta clasificación estaba resaltada en letras grandes en el programa impreso que a diario se repartía en el pueblo.  Estaba además la guía de El Observador que leía el párroco y se encargaba de advertir a la feligresía en sus sermones.  Además de la señal de alerta para los padres de familia para vigilar que sus hijos menores no vieran estas películas, la etiqueta servía como un eficaz medio de promoción, pues esas funciones ponían al cine de bote en bote, con una audiencia que en su mayoría se autocalificaba como de “amplio criterio”.

Muchos recordarán alguna de estas películas, como es el caso de “La cigarra no es un bicho”, cuyo título hizo palidecer, casi hasta el desmayo, a las beatas del pueblo y sonrojar a la legión entera de las hijas de María y eso que nunca en su vida habían visto una cigarra.  Al final resultó que en esta cinta argentina,La Cigarraera un motel en donde ocurre un brote de peste bubónica que obliga a dejar en cuarentena a los clientes que en ese momento ahí se encontraban.

No obstante, un caso digno de recordarse es el de la película “Perro mundo” un documental italiano que bajo el título original de “Mondo cane” se produjo en 1962.  La presentación en Nicaragua ocurrió en 1963 y causó una enorme sensación, debido a la etiqueta de prohibida para menores de 21 años.  Así que ni siquiera se me pasó remotamente por la mente tratar de verla.  Me tuve que conformar con las crónicas marcianas de los compañeros de colegio mayores, que aún sin tener la edad, se las ingeniaron para ingresar al cine, algunos con el beneplácito de sus padres, otros escabulléndose por el barcito de al lado del teatro y luego ufanándose de adultos, comentaban algunos pasajes de la película.

Lo que no tuvo restricciones de ninguna especie y fue disfrutado por todos fue su tema musical, compuesto por Nino Oliviero y Riz Ortolani.  En el film, es cantada por la renombrada vocalista italiana Katyna Ranieri bajo el título de Ti guardero´ nel cuore, (Te miraré en el corazón).  Luego se le puso letra en inglés y bajo el título de More (Más) fue interpretada por toda una constelación de cantantes como: Frank Sinatra, Doris Day, Andy Williams, Perry Como, Nat King Cole, Brenda Lee, Frankie Avalon, Marvin Gaye, Shirley Bassey, Bobby Darin, Aretha Franklin, Matt Monro, Diana Ross, Judy Garland, Bob McGrath, Tom Jones, Della Reese, Paul Anka, Tony Bayani, Eddie Allard, The Lettermen, Vic Damone, Harry Connick, Engelbert Humperdinck, Steve Lawrence, Andrea Boccelli, Danny Williams, además de las versiones instrumentales de Ray Conniff, The Ventures, Kai Winding, The Electromaniacs y desde luego, la versión al estilo jazz de los autores Ortolani y Oliviero.  En español no tuvo la gran cantidad de intérpretes pues recordamos tan solo la versión de Enrique Guzmán y una al estilo ranchero a cargo del Mariachi Nuevo Tecalitlán.  También muchos recordarán aquel disco que de repente inundó el mercado nacional llamado “Un verano con los Dinners”, del conjunto del mismo nombre originario de Mérida, México, en donde aparecía una versión instrumental de Más, al estilo de The Ventures.

Cuando llegué a Managua para ingresar a la universidad, tuve la oportunidad de ver todas las películas prohibidas para menores que no había visto anteriormente, así como todas las que iban saliendo, como una forma de ejercer la libertad que significaba alcanzar el nivel universitario.  La única que no volvieron a presentar y me quedé con la curiosidad de ver fue precisamente “Perro mundo”.

Hace poco, navegando en YouTube, me encontré con la famosa película y sin pensarlo dos veces la miré, cincuenta años después de su estreno mundial.  Se me hizo extraño que aún en YouTube tengan ciertas incongruencias como es el hecho de que los avances de la película requieren de una certificación de edad del cibernauta, no así la película completa.  Cosas veredes.  En su época la película tenía una advertencia que decía:  “Si usted no tiene un estómago de hierro, no podrá soportar esta película”.  En realidad el documental presenta algunos casos representativos de las cosas insólitas que tienen las diferentes culturas del mundo, como rituales de los nativos de Nueva Guinea, cementerios de perros en Estados Unidos, borracheras de cerveza en Alemania, degustación de cucarachas y otros insectos en Singapur y así por el estilo. Llama la atención que al inicio del film, cuando se presentan los créditos del mismo mientras un perro es conducido a través de una perrera llena de canes que ladran a más no poder, aparece una aclaración que reza: “Todas las escenas que verá en esta película son verdaderas y están tomadas de la vida misma.  Si a menudo son chocantes, es porque hay muchas cosas chocantes en este mundo.  Además, la misión del cronista no es endulzar la verdad, sino reportarla objetivamente”.  A pesar de lo anterior, se observa en el film que muchas escenas son actuadas.

La película tiene una fotografía impecable para la época, sin embargo, las cosas chocantes que supuestamente incluye el film, pueden verse ahora en la televisión más ampliamente y con lujo de detalles en el Discovery Channel o el NATGEO, en horario familiar. Todas las porquerías con que los creadores de la película creían que provocarían una nausea sostenida en el auditorio, se las come ahora muerto de la risa Andrew Zimmern, en su programa de comidas exóticas en del Discovery Travel and Living.  En fin, la prohibidísima película Perro Mundo, comparada con las escenas de cualquiera de las entregas de “Saw”, pareciera un capítulo de Heidi.

Indudablemente, las cosas han cambiado mucho, sin embargo, pareciera que el mundo se empeña en generar nuevas cosas que nos chocan y que al leer las noticias en los periódicos, llenas de asesinatos, atrocidades, injusticias, discriminación, fraudes,  intolerancia, nos llevan siempre a pensar en que vivimos en el mismo lugar que en su tiempo aquella película solo para mayores de 21 años calificó como un perro mundo.

 

4 comentarios

Archivado bajo cine, cultura, Mùsica

4 Respuestas a “Perro mundo

  1. A. L. Matus

    Y si en vez de ver las noticias en el periódico, las mira en el canal 4, ahí dan ganas de echar al mundo en el suelo.

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  2. Excelente artícuo, como siempre. Saludos

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  3. Luis Manuel Silva

    Buen Tema Orlando. Qué te parece en la actualidad un documental que se llame «Perra Calle en una Capital Latinoamericana», hecha con la nota roja de un Noticiero Nacional. Estoy seguro que ganaría cualquier festival internacional de cine. Pero sería prohibida para «Mayores de 60 años», por las «tiernas escenas que presentan. Saludos.

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  4. DAISY ERAZO

    Lo felicito Orlando,muy buen artículo.
    atte

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