Puras bolas

Bola baseball. Imagen tomada de internet

 

Cuando uno se encuentra en el círculo de espera, haciendo suin (swing) con el bate, aguardando el turno para que la vida nos deje ir tres estraiks (strikes) al hilo y nos ponche, es inevitable recordar los tiempos pasados, cuando el beisbol era el deporte rey y nuestra vida giraba alrededor de la liga profesional o de los campeonatos callejeros de una o dos bases, la mayoría de las veces a la mano pelada y nuestro vocabulario estaba plagado de expresiones derivadas del  deporte rey, parte en inglés, mal hablado por su puesto, parte en español y parte en inglés españolizado.

De los vocablos más utilizados resaltaban los derivados de los verbos to pitch y to catch, lanzar y atrapar, que se transformaron en pichar y cachar.  Estos vocablos también tuvieron otras acepciones como por ejemplo, invitar.  –A ver si te pichás unas cervezas.  O bien, robar. –Se me cacharon mi radio.  Fueron muy utilizadas las frases: -Ni picha, ni cacha, ni deja batear, cuando se referían a alguien que sólo servía para estorbar.  –Vos pichá tu juego y déjame pichar el mío, cuando se le pedía a alguien que se ocupara de sus asuntos y que no se metiera en los ajenos.  Cuando ocurría algún embarazo no deseado, algún gracioso advertía: -Ves, por andar cachando sin peto.

El bate también fue motivo para muchos dichos.  Cuando le correspondía el turno a alguien, se decía: -Al bate, fulanito, o bien, -Hombre de turno al bate, fulanito.  No obstante, el golpe resultante de un bate, es decir el batazo, era un vocablo preferido cuando se trataba de una estafa, fraude o un simple robo. –Le dieron un buen batazo. –Fulano le dio un tremendo batazo al banco.  Un poco después: – A las pobres monjitas les dieron con el bate de aluminio. –Ahí viene el hombre del bate de aluminio.

Cuando alguien estaba atento esperando un evento, para inmediatamente tomar una acción audaz, decían que había hecho el pisa y corre.  Un ejemplo clásico era cuando un prisionero terminaba su condena y al régimen no le convenía en la calle, lo sacaban un instante e inmediatamente lo volvían a entabicar, con otro pretexto, entonces se comentaba que le habían hecho el pisa y corre.

Cuando alguien repetía una acción de manera inaudita o bien cuando alguien tenía gemelos, decían que había hecho un tubey (two base).

Para referirse a alguien que había realizado una proeza o bien que había cometido un enorme error, se decía que se había llevado o volado la cerca, casi siempre evocando la frase de Sucre Frech: Te fuiste Marcelino.

Cuando el bateador soltaba un roletazo (rowling) obligaba al infilder a agacharse para atraparlo y de ahí vino el término “dar rolin” utilizado cuando una dama estaba mal sentada, de tal manera que un individuo al agacharse le pudiera ver las piernas y las prendas íntimas.  Ahora nadie tiene que agacharse para ver aquello y más.

Generalmente el orden de turno al bate y las posiciones se llamaba line up (lainop), sin embargo también se decía mucho: la batería del equipo.  Esto dio origen al dicho, no te metás con nuestra batería, que yo no me meto con la tuya, es decir que no se metiera con sus decisiones.

El turno al bate clave en todo equipo era el cuarto, pues en caso de que se llenaran las bases, entonces el bateador más potente tenía la posibilidad de meter un home run (jonrón) y empujar cuatro carreras.  Entonces cuando alguien era muy bueno para algo, especialmente para tomar, es decir perro al guaro, se le llamaba cuarto bate.  Un poco menos utilizado era slugger (esluguer).

Los jardineros que en inglés se llamaban out fielders (aufilders), o simplemente filders, pasaban buena parte de su tiempo a le expectativa de un batazo por su área, de ahí vino por similitud el verbo fildear, que significaba observar, vigilar, espiar. –Aquel maje de la esquina nos está fildeando.

El home plate (jom pleit) o simplemente el jom, tenía también sus usos en el habla cotidiana.   –Todo tiro a jom, se utilizaba cuando había sólo una alternativa viable, al igual que en el partido, la jugada única era tirar al jom.  Cuando algunas muchachas deshojaban los calendarios en espera de su príncipe azul, llegaba un momento en que cualquier partido era aceptable, pues ya el ferrocarril silbaba en la estación, entonces los familiares, al igual que en el juego le decían: -Ya sabés fulanita, todo tiro a jom.  Cuando se animaba a alguien a que llevara su misión, empresa, aventura, hasta el final, se le decía: -Hasta jom, Reñazco.

Las bolas, desde luego, jugaban un papel relevante en el habla, pues había bolas pasadas, cuando el picheo era suave, como en los juegos callejeros.  De esta forma, se decía que si un examen estaba fácil, chiche o similar, que el profesor había pichado con bola pasada.  Cuando ya se entraba en juegos formales, el picheo era con bola recia, es decir de arriba de 87 millas por hora.  Asimismo, cuando alguien se mostraba rudo en su actuar, se decía que estaba pichando bola recia.  El ex presidente Enrique Bolaños, revivió esta expresión en su mandato cuando amenazó a la oposición diciendo que picharía pura bola recia, aunque al final fueron puras bolas, es decir, puras habladas.    El ex mandatario también puso de moda nuevamente la expresión: -Ni corras que sos aut (out),   La bola recia también se conocía como bola de humo y de la misma forma se usaba en el habla coloquial.  El término bola mala pasó de un mal lanzamiento a describir a una persona que era baja y abierta, es decir chaparra y cornelia.  Asimismo, la famosa bola ensalivada que era prohibida por darle una trayectoria errónea, dio lugar a su uso cuando se realizaban maniobras que hacían desleal una actuación.  –La aduana juega con bola ensalivada contra el sector privado.

Cuando dos personas se limitaban a lanzarse la pelota, sin acción adicional, se decía que se están boleando.  Ese mismo término se empleaba cuando a una persona lo andaban del timbo al tambo, o sea de Herodes a Pilatos con algún trámite, solicitud o similar. – Fui a pedir trabajo, pero me bolearon entre todos.

En nuestras ligas de antaño, la cobija no daba para tener un coach (coch) de picheo y uno de bateo, que eran asesores en el campo para cada especialidad y era el manager quien con el apoyo de un sólo coch, quienes se rifaban con ambas funciones.  No obstante, en estos lados se incorporó el término cochear, al acto de aconsejar, asesorar o dirigir a cierta persona, generalmente de pocas luces.  Cuando alguien escaso salía con decisiones que no parecían emanadas de su cortedad de criterio, se decía que alguien lo estaba cocheando.  Este término nos llegó en los últimos años, con un significado de mucha mayor envergadura, pues el coaching, aparece como un método, mediante el cual un piche muy avezado acompaña, instruye o entrena a otro para el desarrollo de ciertas habilidades o la consecución de alguna meta.  De esta forma hay coch empresarial e incluso, asústese usted, coch de vida.  Tal como puede verse, es sólo cuestión de nivel.

Al igual que el picher, el cacher o su coch, decidían que un bateador era tremendamente peligroso en determinado momento, entonces le daban la base por bola intencional, en términos más modernos, lo caminaban, así pasaba cuando a una persona le frustraban un plan con alguna estrategia que lo dejaba quieto, entonces se decía que le habían dado la base por bola intencional, o bien que lo habían caminado. – El político fulanito de tal estaba ganando muchos seguidores, de tal manera que el gobierno le dio la base por bola intencional mandándolo de embajador a un país por donde Judas perdió la tablet.  –Fulano se iba a echar unos tragos con nosotros, pero vino su esposa y lo caminó.

Algo parecido ocurría con el término, estar en la banca o mandar a alguien a la banca, que se usaba cuando un jugador no estaba apto para jugar activamente en un partido, de la misma forma, a las personas que los sacaban de escena, se decía que los mandaban a la banca, que no quería decir que fueran a trabajar a un banco, sino que o bien los despedían o bien lo enviaban al archivo general a guardar papeles.  Era el equivalente en el lenguaje militar de estar en la casual.

El hit (jit) servía en el lenguaje coloquial para definir una acción de éxito.  –Fulano se anotó un jit con esa venta. – El nuevo producto fue un jit en el mercado nacional. Muchos recordarán un viejo chistorete que adosaban a una pareja de la política nacional, ya entrada en años, el término de que ese matrimonio era un jit, porque él era un imparable y ella una incogible.

Una de las jugadas más audaces del beisbol es sin duda alguna el squeeze play (esquís pley) que es una maniobra que consiste que un bateador en tercera base, arranca al momento y en algunos casos antes, que el bateador realice un toque por primera, llegando a salvo al jom pleit.  De la misma forma, cuando alguien aprovecha una ligera distracción o confusión para de manera atrevida y un tanto suicida, realizar una acción imprevista y logra tomar algo, salir de algo, entrar a algo, entonces se dice que montó un esquís pley.  Esto sucedió cuando uno de los implicados en un famoso fraude, de repente, en las narices de sus guardianes, logró escapar y aparecer en otro país, dejando al cacher con la boca abierta.

Es muy aplaudida la atrapada de un filder cuando lo hace en la línea de advertencia, es decir, pegado a la barda, estirándose lo más que se puede.  Asimismo, se decía de alguien cuando llegaba a realizar una acción con las completas, al cuarto para las doce, con ligero margen.  – El licenciado fulano finalizó el reporte pegado a la barda. – La fulanita se casó pegada a la barda.

Cuando a un corredor lo atrapaban entre dos bases, entre segunda y tercera por ejemplo, era obvio que lo iban a sacar aut, aunque por echarle Wilson al asunto, el jugador hacía el corre y corre, sólo por protocolo.  Así también cuando agarraban a alguien in  fraganti, se decía que lo habían agarrado entre segunda y tercera.  –A fulano lo agarraron entre segunda y tercera, con la cartera ajena en la mano.  También se utilizaba en ese contexto, la expresión: lo agarraron fuera de base.

Se decía de un bateador que el ultimo estraik (strike) lo había visto pasar sin tirarle, que lo habían dejado con la carabina al hombro.  Ese mismo término se utilizaba cuando a alguien no le había dado oportunidad de reaccionar ante algo y se quedó igual que el bateador con la carabina al hombro.

Cuando el juego iba a comenzar, el umpire (unpaire) gritaba a todo pulmón: –Play ball (pleibol) para dar inicio a la acción.  Esa misma expresión utilizaba un individuo que con la boca salivando desenroscaba una botella de flor de caña y al escuchar el clásico tric, exclamaba: plaibol señores y empezaba a servir los tragos.

Antes de comenzar el juego, una de las acciones previas requeridas era el rayado del cuadro, en donde con cal, Carlitín trazaba con singular maestría las rayas de ley en el  Estadio Nacional.  De la misma forma, cuando se organizaba un evento o se establecían las reglas a seguir en cualquier acción se decía: -Vamos a rayar el cuadro.

Cuando el juego se empataba y llegaba el noveno inin (inning) con la misma anotación, se decía que se iban a extrainin (extra-inning).  Este mismo término se utilizaba cuando una persona de la tercera edad rebasaba lo que se consideraba su esperanza de vida y por lo tanto estaba ya en extrainin.  El problema es que nadie sabe con certeza cuál es la verdadera esperanza de vida de cada quién, de tal manera que alguien anda por ahí muy campante, dándoselas de Johnny Walker y ya está en extrainin.

La cuenta completa, un tanto en la antesala de ponche es tener tres bolas y dos estraik, o en versión corta estar en tres y dos.  Esta misma expresión se utilizaba cuando alguien estaba amenazado o bien en capilla, o como dicen los boxeadores, contra las cuerdas.   -El director del colegio lo tiene en tres y dos.

Otras expresiones no tienen nada que ver con la propia terminología del béisbol, pero tienen su origen en el mismo, como es el caso del coch, Enrique Jacoby, si mal no recuerdo del Cinco Estrellas, que cuando no le parecía una decisión del juez, montaba en cólera y una manera de demostrarlo era botar con todas sus fuerzas la gorra del uniforme al suelo.  De ahí viene la expresión: botar la gorra, que es sinónimo de enojarse, arrecharse y todos los sinónimos.  De la misma forma, le achacan al picher del Boer Alfonso Vega, conocido como Jolea, el origen de una famosa expresión, cuando la barra le gritaba “calma Jolea”, para evitar sus guaild pich (wild pitch).

Estoy seguro que todavía existen más expresiones derivadas del béisbol y que fueron parte del lenguaje coloquial, pero que desafortunadamente han caído en desuso al ritmo de la pérdida de de popularidad del béisbol, para dar paso a la loca afición por el futbol.   Es refrescante encontrarse con coetáneos que todavía entienden este vocabulario y que incluso agarran la seña, cuando la esposa no los deja salir y uno simplemente extiende la mano derecha para indicar que lo caminaron.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5 comentarios

Archivado bajo cultura, lenguaje, Nicaragüense

5 Respuestas a “Puras bolas

  1. Reblogueó esto en En la Makenzin-Boly comentado:
    De nuevo Orlando Ortega nos sorpende con este artículo sobre las expresiones derivadas del béisbol que se han incorporado al habla cotidiana de la persona nica.
    Me gustó de sobremanera eso de «un individuo que con la boca salivando desenroscaba una botella de flor de caña y al escuchar el clásico tric, exclamaba: plaibol señores y empezaba a servir los tragos».
    Pero, sobre todo, me cayó en gracia lo de «ese matrimonio era un jit, porque él era un imparable y ella una incogible».
    Disfrútenlo, como yo lo he disfrutado y demos las gracias a su autor.

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  2. flor angela rodriguez

    Hola buen dìa: gracias por compartir este bonito escrito, yo no se nada de beisbol, ni de deportes en general, pero sì se que los inchas de x o y equipo, al final de cada partido se rompen el rostro como en campo de batalla y es muy triste que siendo un deporte genere tanta violencia, a màs de la que el hambre y la miseria humana genera por el desòrden social en el que actuamente vivimos como seres racionales!!!Es que nuestra mirada debe estar arriba, bien arriba, nò en las cosas de la tierra que se corrompen y mueren acabadas como todo lo que tienen vida.Un gran saludo.

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  3. Orlando, te volaste la cerca con este artículo. Soy apasionada del béisbol y lo he disfrutado en grande, tanto por lo completo como por las expresiones jocosas 😀 Gracias.

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  4. Oscar Martinez

    Hola Don Orlando! Que buen cachado este articulo. Creo que aun siguen en el habla cotidiana del nicaragüense muchas expresiones relacionadas con el baseball. Creo que con este articulo «la saco del estadio» ….con las bases llenas.. Saludes,

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  5. Marco Antonio Cortez

    Me gusto esta anécdota. Gracias por compartir este excelente escrito. Creo que aún siguen muy de moda en el habla del nicaragüense muchas expresiones relacionadas con el baseball.
    Saludos Dr.

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