El patio de Frixione

 

En 1969 mi familia se trasladó a Managua debido a que mis hermanos ya estaban por ingresar a la universidad.  Yo vivía en la capital desde 1967, año que ingresé a la Facultad de Economía y después de vivir dos años en el rumbo de “arriba” en el sector del mercado oriental en casa de mi tía Leticia, me trasladé al rumbo de “abajo” al rentar mi padre una casa en el Callejón de Alí Babá en la 6ª. Avenida Suroeste.  Después de conocer todos los recovecos del sector oriental de Managua, tenía la tarea de empezar a explorar el área occidental de la capital, que no era tan desconocida para mí, pues mi padre tuvo su consultorio en la calle Momotombo, junto a la Chibolería Gil, además que la Facultad de Economía estuvo ubicada cerca del Palacio de Comunicaciones.

Así fue que empecé a transitar de manera regular por todos los barrios occidentales de la capital, como El Boer, la Colonia Somoza, San Sebastián, San Antonio, Monseñor Lezcano, El Triunfo.  Mis asiduas escapadas a los cines Tropical, Luciérnaga, Trébol, México, Ruiz, cambiaron hacia El América, Alameda, Boer y un tanto más retirado el Principal, en las inmediaciones de El Triunfo, en donde recuerdo que vi Shaft, y tardíamente Shane, el desconocido.  Conocí muy superficialmente lo que se conocía como el Barrio Frixione, ubicado entre San Sebastián, Cristo del Rosario y Santa Ana y en especial aquel territorio que se recomendaba evitar, por su alta peligrosidad y que en su conjunto se conocía como “El barrio maldito”.  Estaba separado de la parte medular de la colonia Frixione por la Avenida Monumental que partía desde el Estadio Nacional en el sur, hasta el tope del Centro Destilatorio al norte y en esa avenida estaba ubicado el edificio de la Cruz Roja, de tal forma que a veces el sector asumía el apelativo de la benemérita institución.

Siempre creí que la zona de tolerancia ubicada ahí había dado origen el tenebroso remoquete del barrio: “maldito” y por mucho tiempo, al igual que muchos capitalinos mantuve esa creencia, hasta que recientemente dos amigos míos, don Armando José Obando, vecino del barrio Cristo del Rosario y el Dr. Erwin Jiménez Morales, residente en Argentina pero oriundo del Barrio Frixione, me ayudaron a entender la verdadera historia de aquel emblemático lugar de la novia del Xolotlán.

Después del terremoto que en 1931 destruyó Managua, la población fue alejándose del centro y presionando para una urbanización de las áreas principalmente agrícolas que circundaban la ciudad.  En el occidente de la capital el Sr. José Frixione logró obtener la anuencia de la comuna para urbanizar una parcela de considerable tamaño que tenía en los terrenos aledaños al barrio San Sebastián.

Don José Frixione Avilés era hijo del inmigrante italiano don Daniel Frixione Beccaria, quien se casó con doña Ignacia Avilés, hija del General Francisco de Dios Avilés Reñazco, héroe de la batalla de San Jacinto y conocido en la capital con el remoquete de “Chico del Palo”, porque siendo Prefecto de la capital, se paseaba con un garrote con el cual disciplinaba a quienes cometieran faltas de policía.   Don Daniel llegó a Nicaragua a fines del siglo XIX y se dedicó al lucrativo negocio del café, así como al de la explotación forestal.  Don José y su hermano don Francisco, se involucraron en la política y fueron miembros importantes de la comuna.  Don Francisco fue alcalde  de Managua de 1932 a 1934 y don José fue Ministro del Distrito Nacional, de 1948 a 1949, sin embargo, ambos participaron en la directiva de la comuna por varias décadas.

Así fue que don José Frixione inició la urbanización de lo que inicialmente se conocía como el Patio de Frixione y luego como el Barrio Frixione.  Don José tenía el sueño de crear una zona urbana de gran elegancia y de esta forma, solo vendía terrenos a personas de reconocida solvencia y que en forma previa le presentaran los planos constructivos de las viviendas que deseaban levantar.   De esta forma surgió la primera etapa que tenía como límites por el norte la Calle del Triunfo, por el Sur la 4ª Calle Noroeste, por el este la 10ª Avenida Suroeste y por el occidente la Avenida Monumental.

En lo referente a los terrenos, siempre propiedad de don José y que estaban al occidente de la Avenida Monumental, que no tuvieron demanda de parte de clientes acomodados, decidió el urbanizador rentarlos a personas de bajos ingresos, para que construyeran casas de bajo costo y así creció el asentamiento que en un comienzo era innominado.

Cuentan que cuando trataron de construir pozos para el suministro de agua de la creciente población de ese sector, misteriosamente los obreros que bajaron a la excavación desaparecieron.  Nadie se explicaba lo que había sucedido y empezaron a circular todo tipo de rumores de tal forma que empezaron a llamar a ese sector como “el camino del infierno”, hasta que decidieron bajar a un perro amarrado de una soga y al subirlo tiempo después observaron que había muerto.  La explicación científica en ese tiempo fue que en el fondo había emanaciones de gases tóxicos que había fulminado a los obreros, sin embargo, las versiones de que algo diabólico sucedía ahí se mantuvieron, de tal forma que el barrio ubicado de la Avenida Monumental hasta casi los límites con el barrio Santa Ana se le conoció como el barrio maldito.  De la misma forma, en un sector de este sector en donde nació un botadero clandestino de basura, se le llamó “La chureca”, aunque nada tenía que ver con el terreno que posteriormente tomó ese nombre en Acahualinca.

Así pues, convivía en ese entonces un sector de familias acomodadas en la parte este, con familias pobres en la parte oeste, divididos por la gran avenida.   El barrio Frixione arrancaba prácticamente con la casa de don José Frixione, que con una cerca estilo inglés se ubicaba en la intersección de la Calle El Triunfo y la décima avenida.

En su blog “Nicaragüenses”, que cuenta con la más grande colección de fotos de todo el país en las décadas de los cincuenta y sesenta, el Dr. Erwin Jiménez Morales tiene una entrada que dedicó a las familias que en la época pre terremoto vivieron en el barrio Frixione.  De acuerdo a su magnífico relato, ahí vivieron las familias: Jiménez Alvarado, Ortega Pérez, Noguera Ríos, Calero, Morales, Páiz, Jiménez Salgado.  También se dice que en ese barrio vivió en un tiempo el padre del son nica Camilo Zapata.  Entre los negocios que se mencionan de este barrio, sobresale la cantina El Verdi, así como el famoso “puesto de agua” en tiempos cuando el vital líquido había que patrullarlo.

Por su parte, el Barrio Maldito, era una mezcla de contradicciones.  Por una parte estaba un sector en donde se habían instalado sexoservidoras, que tenían un cuarto minúsculo con un biombo tapizado con revistas como Bohemia y Carteles, que escondía una cama, en el mejor de los casos y en algunas ocasiones como sucedía con la famosa “Bulldog”, se atendía en una hamaca, mientras leía una novela de Corín Tellado y presionaba al cliente para una precocidad y así ganarse los 42 centavos de dólar que según algunos analistas de esa época, era la tarifa más reducida del mercado.  Ese barrio también era refugio de delincuentes, que sin embargo tenían un código de honor de no robar en el propio barrio.  De esta manera, para los habitantes de ese sector, era hasta cierto punto “segura” la convivencia en ese lugar. Lo anterior, no quería decir que reinaba la santidad, pues también se registraban hechos deleznables, como el caso de una joven que mató a su bebé o de uno que otro borracho salado que maltrataba a su madre.  En ese barrio estaba ubicado el taller de Rufo, que hacía los famosos “chinos”, juegos infantiles en metal que tenían una enorme aceptación, así como los carboneros que formaban largas filas de carretones y pilas de carbón.

En los albores de la década de los setenta, el sector se vio engalanado con el moderno edificio de la Corte Suprema de Justicia, que desentonaba con el vecino barrio maldito hacia el norte.  En la misma avenida un poco más al norte, se ubicó la renombrada Boite “La Cave”, un night club que presentaba vedettes de toda índole.  A una cuadra de la casa de don José Frixione, sobre la Calle del Triunfo, el Cine Blanco llegó a ofrecer un servicio muy por encima de sus vecinos El Principal, El Triunfo o El Rosario.

El terremoto de 1972 redujo a escombros al Barrio Frixione, junto a gran parte del sector centro occidental de Managua.  El desafiante edificio de la Corte Suprema de Justicia que todavía no se cansaba de mostrar su orgullo, cayó estrepitosamente, sin llegar a saberse si fue debido a una falla geológica o a una falla estructural en su construcción.   Todo el perímetro quedó en la “zona cercada” y fue desalojado completamente.

Casi cuarenta años después, el Barrio Frixione y su anexo maldito, guardan una fisonomía completamente diferente.  La casa del ex Ministro del Distrito Nacional es ocupada ahora por un local en donde se observan camiones y pipas, un poco más al occidente un negocio completamente diferente ocupa lo que fue el Cine Blanco.    En la cuarta calle noroeste, esquina con la Avenida Monumental se ubica desde hace muchos años el Ministerio del Trabajo y un poco más al este, un moderno edificio de la Casa Alianza.    Entre la Calle El Triunfo y la Calle Momotombo, recientemente se construyó un complejo habitacional llamado “Casas para el pueblo”, que al igual que hace mucho tiempo, fueron asignadas al pueblo allegado al régimen.   En el “boulevard” que forma la franja entre la Momotombo y la Cuarta Calle noroeste en lo que se conoce como la Dupla, la comuna acaba de construir juegos infantiles y bancas, en lo que podría adivinarse como un parque y que rápidamente fue ocupado por sexoservidoras para establecer su mesa de negociación.  En la intersección del la Avenida Monumental con la Calle 15 de septiembre, en los terrenos donde fue la Corte Suprema de Justicia, se ubica un moderno complejo del Instituto de Medicina Legal.  Sobre la Dupla, unas cuadras al oeste del Ministerio del Trabajo se encuentra la Metalúrgica Martínez, que mantiene la tradición en la elaboración de los “chinos” o juegos infantiles.

El Barrio Maldito mantiene su nombre y siempre le arranca uno que otro titular a los diarios locales, con hechos de violencia.  En cuanto al código de honor que había en ese barrio de no cometer fechorías con sus vecinos, parece que pasó a la historia, a lo mejor quedó enterrado, entre otras cosas, bajo los escombros del Edificio de la Corte Suprema de Justicia.

Reitero mi agradecimiento a Don Armando José Obando, al Dr. Erwin Jiménez Morales y a mi hermano Eduardo, por su gentil ayuda para la elaboración de esta entrada.

 

4 comentarios

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4 Respuestas a “El patio de Frixione


  1. Manífico artículo, es una joya de historia de Managua 🙂

    Felicitaciones, saludos y buenos deseos para vos y tu familia.

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  2. Armando José Obando Rodríguez

    Excelente articulo don Orlando. Sin embargo, cabe hacer la siguientes aclaraciones que se me fueron por alto: El cine Triunfo fue sustituido posteriormente por el cine Blanco, de modo que ocupando el mismo local, uno le dio paso al otro. Hay otra anecdota relacionada con las sexoservidoras. En los biombos, les pedian que se quitaran los pantalones para colgarlos ahí. Luego, en un descuido los bolseaban para robarles. Surgió una denuncia en la Seccion Primera de Policia e interrogaron a una meretriz que le decían la «Muda», la cual solo gesticulaba «ahía, ahía, ahía». Buscaron a otra sexoservidora que sirviera de interprete y ésta dijo «Ella dice que este pendejo (el denunciante) algunas DEBÍA»

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  3. Marco Antonio

    Qué bueno estos recuerdos, solo que había que apuntar que frente donde es el ministerio del trabajo en los predios del otrora edificio de la Cruz Roja se aloja un negocio de venta de vehículos usados, es de hacer notar que aún queda en pie lo que fuera el auditorio de esa benemérita institución. Saludos Dr. Ortega

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  4. Oscar Martinez A.

    Recuerdo este ¨barrio maldito¨. Yo lo atravesaba cuando venia de clases bien chavalo. Algunos amigos del barrio, recuerdo que ahi se ¨casaron¨ Por ahi estaba tambien un campo de base-ball y un restaurante ¨El Rosal¨ que vendian un mondongo exquisito. En la Cruz Roja hacian fiestas donde llegaba toda la chavalada de los diferentes barrios cercanos. Ya la Chiboleria Gil, quedaba en el Bo. San Sebastian, creo. Recuerdo a un señor que vestia solamente de blanco, era el Gerente de esta chiboleria. Don Hector, creo se llamaba, si el aleman no me traiciona. El cine Principal era del mismo barrio y exhibian peliculas de Hollywood muy buenas. El Triunfo y el Rosario, se especializabfa en exhibir peliculas mexicanas y las famosas ¨Noches de Banco¨ La foto muestra la esquina donde vivia el señor Frixione, esquina opuesta a la Chalupa ¨El Triunfo¨ contiguo al Cafe Guatemala. Buenos recuerdos de Managua, nos envia en su post Don Orlando. Gracias por darnos esos gratos recuerdos.

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